Por Manuel Alfonso Garzón Castrillon[3]
En primer lugar, considero importante iniciar este artículo afirmando que no existe un total acuerdo entre los investigadores y expertos de esta temática, fundamentalmente respecto de cuándo y dónde se origina exactamente este concepto, se ha planteado que el concepto empieza a utilizarse como sinónimo de “filantropía” en la década de los 20´s del siglo pasado y que la permanente evolución de la literatura acerca de la responsabilidad social es vaga, ambigua y contradictoria, provocando confusión e incertidumbre acerca de cuáles son las acciones que corresponden a una empresa socialmente responsable, que se empieza a tratar en diferentes documentos en la década de los cincuentas como una de las responsabilidades del propietario o del gerente general de una organización, centrada en los intereses económicos de los accionistas, dentro de la legalidad y la ética imperante, en los años siguientes, se considera la responsabilidad social como acciones que van más allá de las obligaciones legales.
Así como sobre los orígenes hay
divergencias, también podemos afirmar que más de medio siglo años de estudio
formal de la responsabilidad social no se ha conseguido una definición
compartida por todos, aunque hay un
acuerdo generalizado en la literatura y la práctica empresarial sobre cinco
aspectos básicos: el primero es la
decisión voluntaria de las organizaciones de adoptar prácticas de RSE; la
segunda está relacionada con la necesidad de ir más allá del cumplimiento de
las obligaciones legales, por tanto supera la ley; la tercera que son acciones orientadas a mejorar la
calidad de vida de sus grupos de interés, por tanto su extensión a todas las
actividades que llevan a cabo las organizaciones; la cuarta está relacionada
con la conducta ética, e incluye las expectativas de la sociedad acerca de lo
que significa prácticas de negocio aceptables; la quinta hace referencia al
desempeño ambiental.
Con
relación a la definición, se propone la siguiente: RSE es una dimensión de la
ética empresarial, que toma en cuenta los efectos sociales, ambientales y
económicos de la acción empresarial, integrando en ella, el respeto por los
valores éticos, las personas, las comunidades y el medio ambiente, orientada al
mejoramiento de la calidad de vida de los grupos de interés, agreguen valor
social a la comunidad; decisión que se toma voluntariamente para contribuir al
logro de una sociedad mejor y un medio ambiente más limpio, cuyas acciones
superan las normas.
Con
base en lo planteado hasta aquí, relacionamos que es y que no es RSE:
Qué es RSE
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Qué no es RSE
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-Es una dimensión de la ética
empresarial, requiere de un código de ética y prácticas de buen gobierno
corporativo.
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-No es filantropía, no es caridad,
no solamente es rendir cuentas, o realizar actos de beneficencia.
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-Es una decisión voluntaria.
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-No es una obligación.
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-Es mercadeo responsable, que
implica comportamiento ético, transparente, sostenible y comercio justo
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-No es el mercadeo, entendido como
una manera de engañar a la comunidad, mediante artilugios de comunicación.
(Maquillaje publicitario)
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-Toma en cuenta los efectos
sociales, ambientales y económicos de la acción empresaria.
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-No es únicamente para mejorar el
posicionamiento, la reputación y la imagen pública de la organización.
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-Están orientadas a mejorar la
calidad de vida de los grupos de interés, todos ganamos.
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-No es el enfoque de
incrementar bienes tangibles.
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-Son acciones que superar la ley,
por tanto, requiere el cumplimiento de la legislación nacional e
internacional.
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-No es el concepto reduccionista del cumplimiento de normas.
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-Es una estrategia que posibilita el
desarrollo humano en las organizaciones.
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-No es la obtención del máximo valor
para los accionistas.
|
En
virtud de lo anterior, es necesario que las organizaciones diseñen políticas y
estrategias claras que permitan
incorporar realmente a los grupos de interés en la toma de decisiones de cada organización, basados en la
transparencia y la honestidad de las acciones que se implementan, en la búsqueda de aplicar la
responsabilidad social en cada uno de
los ámbitos del quehacer institucional, fortaleciendo las prácticas y
procedimientos de participación,
propiciando la generación de redes de colaboración y trabajo conjunto.
Finamente,
y a pesar del desarrollo histórico del concepto de responsabilidad social, actualmente aún persisten importantes
confusiones respecto de los aspectos conceptuales
y metodológicos, lo que sin lugar a
dudas es una importante fuente para las
principales críticas que recibe la aplicación de este concepto a la gestión organizacional, no sólo
de las empresas sino de cualquier tipo
de organización, y de allí la importancia de generar modelos específicos
acordes con las características,
objetivos y sector de cada entidad.
Por
tanto, para la adecuada asunción de la responsabilidad social por parte de una
organización, es necesario el desarrollo de importantes esfuerzos para
incorporar los stakeholders a los procesos de planificación y evaluación del
comportamiento socialmente responsable.
[1] Basado en el artículo Garzón M. (2017) La
Responsabilidad Social Empresarial, Revista
Ide@s Concyteg vol 170, pp 1-25, México D.F.
[2]
Responsabilidad Social
Empresarial.
[3] Tutor Doctorado en Ciencias
Administrativas UNAM, Email: manuelalfonsogarzon@fidee.org
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